No tener suficiente dinero ahorrado o que los bancos no te concedan el préstamo que necesitas no impide que puedas cambiar tu vivienda por esa que tanto te gusta o necesitas.
Existen formulas alternativas para comprar y vender inmuebles que nos ayudan a superar estos obstáculos. Una de ellas es el trueque o permuta. Volvemos a los orígenes del comercio cuando no existía el dinero.

La permuta es uno de los actos de comercio más antiguos.

En ella, cada una de las partes entrega a la otra una cosa para recibir otra sin intercambio de dinero.

Esto no quiere decir que no pueda existir dinero en la operación para compensar la diferencia de valores de ambos «objetos» (en este caso una vivienda). En todos los demás aspectos funciona como una compraventa doble y tendremos que elevarla a escritura pública, liquidar impuestos y pasarla por el Registro de la Propiedad.

 Ventajas

La permuta es perfecta para aquellas todos aquellos que su situación familiar, laboral o vital ha cambiado y necesitan actualizar su vivienda casi sin dinero. Por ejemplo, bien por que la actual se les ha quedado muy grande, familias que antes vivían en barrios exteriores y ahora necesitan hogares más reducidos pero mejor comunicados al crecer sus hijos, personas mayores que buscan pisos mucho mas pequeños pero cerca de familiares y con buena accesibilidad o familias que por motivos laborales se desplazan a otras ciudades.

En función del valor de la vivienda aportada en la permuta es posible que además de la casa recibida, se obtenga un dinero extra fruto de la diferencia de valores de tasación entre ambas.

Dificultades

La mayor dificultad está en conectar a los dos interesados. Estas dos viviendas no suelen estar en el circuito inmobiliario y encontrar tanto la vivienda que encaje con tus deseos como que el propietario esté en la misma posición que tu es trabajo que requiere de profesionales y paciencia.

¿Qué ocurre si alguna de las viviendas tiene hipoteca?

Es posible que alguno de los inmueble tenga hipoteca. Si el banco quiere se puede cambiar el deudor con una subrogación hipotecaria. Hay que revisar todos los términos para comprobar que solo se cambie un deudor por otro y no afecte a mas condiciones de la hipoteca: tipos de interés, plazos, etc. Para ello es muy recomendable contar con asesoramiento de un experto.
En caso contrario habría que cancelar el préstamo y pedir otro. Como todo en la vida cada opción tiene ventajas e inconvenientes. La amortización anticipada y cancelación supondrá un gasto pero eso supone que tienes total libertad para poder negociar nuevas condiciones con otras entidades. Es cuestión de echar números.

Cuenta con profesionales

Cualquier operación inmobiliaria es compleja por si misma. Por ello es muy recomendable contar con asesores que te ayuden a llegar a buen puerto. No solo hay que encontrar tu nuevo hogar, hay que poner de acuerdo a las dos partes, tasarlos los inmuebles y formalizar el contrato de permuta. Deberemos bucear hasta conseguir la información del registro de la Propiedad y revisar las posibles cargas, solucionar con los bancos las hipotecas que tengan alguna de ellas proponiendo una subrogación, novación o cancelación. Finalmente se podrá proceder a la permuta ante notario.

Aunque parezca un camino lleno de obstáculos, las permutas son operaciones que se realizan con mayor frecuencia en nuestro país. Es una cuestión de voluntad y necesidad, como casi todo en la vida. Si este es tu caso, ponte en contacto con nosotros y nos pondremos a trabajar juntos.